Berakah: voluntariado como monitores


En la entrada de hoy queremos reflejar la experiencia de hacer un voluntariado como monitor/a desde dos puntos de vista diferentes: durante el verano y el curso. En ambos casos, el voluntariado se ha hecho en la misma asociación, Berakah, la cual presentamos brevemente a continuación.
La asociación nace de 4 parroquias vitorianas de Gasteiz (las cuales componen la Unidad Pastoral del Casco Histórico), con valores de humanismo cristiano. En Berakah se asume una misma misión, comparten unos valores y tienen una visión común del mundo que desean construir mediante las acciones. Se basan en la puesta en común de bienes (voluntariado, donaciones...).


En primer lugar, Marina (una de nuestras integrantes del grupo de Jóvenes Con Voz Propia) este verano, ha estado como voluntaria en la colonia de verano de Berakah. Nos viene a contar porque decidió colaborar y su experiencia en la colonia de forma narrada.


“Bueno, todo empezó con una amiga que me dijo que buscaban gente para hacer de monitor, y después de lo vivido en Ajuria, el estar con los pequeños sería un gran contraste, y lo fue. Me apetecía probar lo que era ser monitor. Por lo que yo y dos amigos más nos apuntamos. Nos hicieron tres cursillos antes de estar con los niños, en ellos hacíamos juegos para interactuar entre nosotros y de paso aprender unos juegos para jugar con los niños. Llegó el primer día, todos los nuevos estábamos muy perdidos, no sabíamos qué hacer ni cómo, pero nuestros coordinadores nos guiaron y ayudaron a enterarnos cómo iba a ir la cosa. Pues bueno, llegaron los niños, eran un montón de niños, los dividieron en grupos y nos asignaron grupos y ahí empezó el caos pero no en el mal sentido. Mi grupo de niños aunque estaba muy revolucionado los primeros días, éramos seis niños y tres monitoras. Hicimos toda clase de juegos, de interior de exterior, también estuvimos hablando de sus sueños y las peliculas que veiamos luego las comentamos y haciamos a los niños pensar más allá de lo común, diferenciamos lo que estaba bien y mal. Y la verdad era muy interesante el ver como actuaban los niños según sus emociones. Unos eran tranquilos, otros unos revolucionarios, nos lo pasabamos muy bien aunque es cierto que había sus pequeños momentos de estrés. Aun así, yo repetiría esta experiencia, sin duda alguna, es más espero repetirla este verano, porque después de este voluntariado he llegado a  echar de menos a los niños, algún día me he encontrado con alguno de ellos por la calle y nos hemos abrazado y eso la verdad es que te llena. No dudo cuando digo que me aportó más a mi como persona que a ellos cómo colonia de verano.”


En segundo lugar, una de nuestras amigas, Raquel, colabora activamente en Berakah. Le hemos hecho una pequeña entrevista en la que nos relata su experiencia con la asociación y su punto de vista.


  1. ¿Desde cuándo conoces y cómo lo conociste?
- Conozco el programa Berakah desde que empezamos la ESO, cuando Carlos nos contaba las actividades que se hacían y que todo el mundo podía participar. Pero realmente empecé a ir en primero de bachiller, el año pasado. Dos compañeras del curso ya iban desde antes todos los miércoles y nos dijeron que podíamos ir a probar. Lo pasámos muy bien ayudando a los niños y empezamos a ir todas las semanas. Y así hasta que al final entramos en el programa.
  1. ¿En qué consiste tu voluntariado?
- En Berakah se ayuda a las personas, normalmente inmigrantes, que no disponen de muchos recursos, familias enteras con niños. Hay distintos tipos de voluntariado, yo soy monitora. Los miércoles a la tarde voy a la asociación y ayudo a los niños con los deberes. El año pasado colaboraba con niños de entre 10 y 12 años, estos tenían deberes y había que ayudarles sobre todo con el Euskera. Este curso estoy con niños de 3 a 5 años, y, como no tienen deberes hay que hacer otro tipo de actividades con ellos. Cantamos canciones, pintamos y jugamos.
  1. ¿Qué te aporta el voluntariado?
- El voluntariado es una manera de sentirte mejor contigo mismo, de ayudar a personas que realmente lo necesitan, de ser útil. La verdad es que me  encanta, también me sirve para desconectar del día a día y de la rutina que tan atados nos tiene a todos. Aunque pueda haber días difíciles, los niños son geniales y lo pasamos muy bien.
  1. ¿Por qué decidiste?
- No fue una decisión difícil, poco a poco empecé a ir más a menudo y simplemente, se convirtió en parte de mi vida. Me gustaba la idea de poder colaborar con otras personas para mejorar la calidad de vida de aquellos que no tienen siempre las mismas oportunidades que el resto. Siempre me había preguntado qué tipo de cosas se podían hacer de voluntariado y cuando encontré esta oportunidad decidí seguir. Espero poder implicarme más en estas actividades más adelante.
  1. ¿Estás pensando en hacer otro tipo de voluntariado?
- Como he dicho, me gustaría unirme a más programas en Berakah cuando tenga más tiempo, pero durante muchos años he colaborado con las actividades solidarias del colegio. Las recogidas de alimentos, la tienda solidaria o la recogida anual de juguetes. Además, desde pequeña he querido ir a países en vías de desarrollo para programas de ayuda. Aunque es complicado y muchas veces las situaciones que pueden surgir en estos ambientes de pobreza y desigualdad, me gustaría poder ir pronto.

Otro tema que también me preocupa y con el que me gustaría involucrarme es la desigualdad con respecto a las mujeres. En todo el mundo hay injusticias que llevan a violencia de género y al sufrimiento de muchas mujeres, en países subdesarrollados estos casos son aún más habituales y es intolerable. La cultura de cada país impone unas reglas que benefician normalmente a los hombres y que las mujeres sufren día a día. Por todo esto, aunque todavía no he tenido la posibilidad, me gustaría colaborar en programas de apoyo a las mujeres para que puedan salir adelante por ellas mismas y vivir su vida sin necesidad de depender de un hombre.

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