Leyenda de Sadako Sasaki y las mil grullas de origami. Mil grullas por Japón. Una leyenda para la esperanza.

Una leyenda japonesa dice que tu mayor deseo se hará realidad, si construyes mil grullas de papel, es decir, si haces mil grullas de origami (una técnica milenaria japonesa a lo que llamamos papiroflexia). ¿Y por qué una grulla? Para los japoneses la grulla es el símbolo de la paz, al igual que para nosotros lo es la paloma blanca. Además de paz, también significa salud.

La tradición de crear grullas de papel para luchar a favor de la paz, se remonta a la historia de una de las pequeñas víctimas de la bomba de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.

"Little Boy" - La bomba atómica causante de la
muerte de aproximadamente 140.000 personas.
Sadako Sasaki y su familia vivían en la ciudad de Hiroshima, Japón, cerca del puente Misasa. El 6 de agosto de 1945 la bomba atómica “Little Boy” fue arrojada sobre esta ciudad. Ese día, con tan sólo dos años, ella se encontraba a 1700 metros de distancia. Con la onda expansiva, Sadako voló a través de una ventana cuando su madre salió a buscarla pensando que estaba muerta, se la encontró viva, sin lesiones aparentes. En el momento en el que Sadako y su madre huían, quedaron atrapadas en la lluvia negra.


Sadako creció como cualquier otra joven, con un estado de salud bueno hasta llegó a convertirse en un miembro importante del equipo de relevos del colegio al que iba.

En noviembre de 1954, Sadako (con 11 años) desarrolló una hinchazón en el cuello y detrás de las orejas. En enero de 1955, se le formó púrpura en las piernas. Después de su 12.º cumpleaños (el 7 de enero de 1955), se le diagnosticó leucemia maligna aguda de las glándulas linfáticas posiblemente provocada por “Little Boy”.

Mientras Sadako estaba en el hospital recuperándose de su enfermedad, su amiga Chizucho le contó la leyenda. En ese momento, con el deseo de curarse, decidió construir las grullas aunque nunca llegó a conseguirlo debido a que falleció antes de terminarlas todas.

Falleció en octubre de 1955, con tan solo 12 años, y sólo había conseguido llegar a crear 644 grullas de papel. Simbólicamente, sus amigos terminaron su misión, construyeron las grullas restantes para conseguir las mil grullas. Las construyeron con la esperanza de que en el futuro se evitasen las guerras y que la paz mundial fuese una realidad. 

Pasados tres años de su muerte, en 1958, en la ciudad de Hiroshima se hizo una estatua suya con una grulla en la mano en su honor la cual se sitúa en el Parque de la Paz de Hiroshima.

Todos los años, el 6 de agosto (Día de la Paz), a Hiroshima llegan miles de grullas desde todos los sitios del mundo. Se cuelgan las grullas en el monumento de Sadako, como un grito por la paz, para transmitir el mensaje al mundo.

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